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Gentrificación: ¿renovación o desplazamiento?, ¿a quién afecta realmente?

19 de Sep. del 2024 - 4 min de lectura

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La gentrificación es un tema que se ha vuelto bastante común en ciudades grandes como la CDMX. Es un proceso que, por un lado, transforma colonias que durante años han sido tradicionales y, a veces, olvidadas, pero por otro, tiene un costo social que no siempre es fácil de ver a simple vista. Seguramente has escuchado a alguien mencionar cómo ciertas colonias se han puesto “de moda” o cómo el costo de vivir en éstas ha subido tanto que parece imposible seguir viviendo ahí. Y ahí es donde entra la gentrificación.

¿Qué es la gentrificación?

Vamos a empezar por lo básico: la gentrificación ocurre cuando una colonia empieza a renovarse, lo que atrae inversión, mejora la infraestructura y, como consecuencia, los precios de la propiedad suben. De repente, esas zonas que siempre conocimos como accesibles y llenas de vida se convierten en lugares más caros y atractivos para nuevos habitantes, generalmente con mayor poder adquisitivo. El problema es que estos cambios no solo traen mejoras, sino que también afectan directamente a las personas que han vivido ahí durante años, especialmente a quienes rentan, porque las rentas suben tanto que ya no pueden seguir en su propio vecindario.

Y ahí es donde empieza la controversia. Por un lado, la renovación trae beneficios como mejores servicios, mayor seguridad y más espacios públicos, pero también provoca que muchas personas tengan que mudarse a zonas más lejanas o menos favorecidas porque ya no pueden pagar el costo de vivir donde crecieron. Y entonces, lo que una vez fue su hogar, se vuelve un lugar que ya no les pertenece.

¿A quién afecta la gentrificación?

Los más afectados por la gentrificación son, sin duda, las personas que rentan. Si has vivido en una colonia que comienza a gentrificarse, probablemente ya te diste cuenta de que cada año el costo de la renta sube un poco más. Lo que antes parecía accesible, de repente se vuelve un lujo. Y si no tienes una propiedad propia, puede ser muy difícil quedarte en un lugar que conoces y amas.

Piensa en esto: llevas años viviendo en una zona, tus hijos van a la escuela ahí, conoces a tus vecinos, y de repente, ves que todo está cambiando. Nuevos cafés, tiendas y restaurantes empiezan a aparecer, las calles están más bonitas, pero al mismo tiempo, las rentas se disparan y las opciones para quedarte empiezan a desaparecer. Si rentas, estás en una situación vulnerable. En cambio, si eres propietario, es más probable que veas estos cambios como algo positivo porque el valor de tu propiedad aumenta.

¿Pero qué pasa cuando no hay renovación?

Lo interesante es que, aunque hablamos mucho de los efectos negativos de la gentrificación, rara vez hablamos de lo que pasa cuando una colonia no se renueva. ¿Te has puesto a pensar qué sucede cuando una zona se queda estancada y empieza a deteriorarse? Eso también tiene consecuencias, y no siempre son mejores.

Imagina que tus papás compraron una casa hace 20 o 30 años en una colonia que nunca se renovó. El valor de esa propiedad no solo no sube, sino que probablemente baje. Ahora, si ellos quisieran venderla, es probable que no recuperen lo que invirtieron. Entonces, aunque la gentrificación tiene su lado negativo, no podemos ignorar que también trae beneficios para los propietarios. Al final, la pregunta es: ¿preferirías vivir en una zona que se renueva o en una que se deteriora con el tiempo?

El dilema de la plusvalía

La gentrificación es, en gran parte, el resultado de la plusvalía. Cuando una zona empieza a ganar valor, los precios de las propiedades suben, y con ello, también sube el costo de vivir ahí. Para los propietarios, esto es una buena noticia porque su inversión se multiplica. Pero para quienes rentan, es una realidad difícil, porque ven cómo los precios se disparan y no tienen otra opción más que buscar dónde mudarse.

Es cierto que no todos pueden comprar una casa en las colonias más caras o de moda, como la Roma Norte o Condesa, pero eso no significa que no haya opciones. Hay colonias que están en pleno desarrollo y donde los precios aún no han alcanzado su pico máximo. Ahí es donde puedes encontrar oportunidades de inversión que te permitirán obtener una propiedad a buen precio y, con el tiempo, ver cómo su valor crece.

Entonces, ¿qué podemos hacer?

La realidad es que la gentrificación no es algo que podamos detener por completo. Las ciudades cambian, evolucionan y, con ello, también lo hacen sus colonias. Pero eso no significa que no podamos hacer algo para protegernos de los efectos negativos. Una de las mejores maneras de enfrentarlo es comprar una propiedad. Si bien hoy en día puede parecer difícil, ahorrar e invertir en una casa es la forma más segura de mantenerte en una ciudad que está en constante transformación.

Hay muchas otras que están empezando a crecer, y aquí es donde Monopolio puede ayudarte. Con nuestra plataforma, puedes analizar diferentes zonas y ver cómo se han comportado los precios en los últimos años. Así, puedes tomar una decisión informada sobre dónde conviene invertir y asegurar un lugar en una ciudad que sigue cambiando.

La gentrificación no es blanco o negro, y aunque tiene efectos negativos, también ofrece oportunidades para aquellos que saben cómo aprovecharlas. El truco está en planear a largo plazo, informarse y tomar decisiones inteligentes. Ahorra, invierte y construye un patrimonio que no solo te dará un hogar, sino un legado para el futuro.

Recuerda: las ciudades cambian, pero tú puedes estar listo para esos cambios.